Once euros de peaje para salir y volver a casa: un socavón obliga a miles de vecinos a pasar por una autopista de pago

Las intensas lluvias que cayeron sobre España durante las pasadas semanas dejaron embalses llenos, zonas inundadas y un socavón en medio de la carretera de La Coruña que ha obstruido el tráfico de los más de 15.000 vehículos que por allí circulan a diario, principalmente para los que van en dirección Madrid o Segovia. El pasado jueves 20 de marzo, se abrió un agujero en la tierra en el tramo de la N-6 que divide en dos a la localidad de San Rafael (2.500 habitantes, Segovia) tras la rotura de un colector, por lo que hubo que cerrar la carretera entre esta población y el puerto del Alto del León. Los conductores ahora no tienen otro remedio que atravesar la AP-6, una carretera con peaje.

La carretera estaba abierta para todos de forma gratuita, siempre y cuando los usuarios pidieran a través del intercomunicador que se les dejara pasar, pero este martes se ha vuelto a cobrar el peaje a todo el que pasa. El Ministerio de Transportes asegura que es la empresa concesionaria de la AP-6, Abertis, la que debe decidir cuándo abrir o no el paso, y Abertis sostiene que no lo hace porque no ha recibido ninguna instrucción de gratuidad por parte de aquellos. Y, mientras siguen las reparaciones en el socavón, los usuarios, muchos de ellos que aciden a Madrid a trabajar o estudiar, pagan casi 11 euros de peaje al día entre la ida y la vuelta.

El corte de la N-6 ―la carretera de La Coruña se llama N-6 cuando atraviesa poblaciones como Las Rozas de Madrid, Guadarrama o San Rafael, pero es A-6 al estar desdoblada desde su nacimiento en Moncloa hasta Collado Villalba y en el sector entre Adanero y Benavente― no solo afecta a los vecinos de San Rafael sino a los de otros pueblos cercanos como Los Ángeles de San Rafael (1.520) o Navas de San Antonio (366), dependientes los tres del Ayuntamiento de El Espinar (10.145), y a todos los conductores que están obligados a atravesar el pueblo por la única vía gratuita en la zona que los lleva hacia ciudades como Madrid o Segovia.

El desvío obligatorio hacia la AP-6 no es nuevo para los conductores que atraviesan San Rafael. Cuando las nevadas obstruyen el paso, como ocurrió a principios de marzo, los usuarios recurrentes saben que pueden pasar por allí pidiendo vía libre a través del interfono que comunica con las casetas del peaje. Este ha sido el método empleado para esquivar el corte entre el jueves y el lunes, a pesar de que no convence del todo a los conductores, que han reclamado que se levante la barrera permanentemente mientras dure la reparación del socavón. Así se evitarían las largas filas en la entrada del peaje, sobre todo en horas puntas, o que los desconocedores paguen sin saber que pueden pedir el paso.

Arancha Suárez, vecina de Navas de San Antonio, asegura que desde entonces todas las mañanas pierde “mínimo 30 minutos” en la fila para cruzar el peaje. Desde el jueves, cuando se abrió el socavón, cada día pedía a la caseta que la dejaran pasar gratuitamente y lo lograba, pero el lunes le dijeron que era probable que se empezara a cobrar de nuevo y el martes lo han hecho efectivo. “He tenido que pagar 5,45 euros esta mañana para ir a trabajar”, aclara, y lo mismo tendrá que hacer a la vuelta. En total serán casi 11 euros por día, 55 por cada semana de trabajo. Los conductores comentan que Transportes reembolsaría el monto de los peajes a los afectados por el desvío, pero este diario ha preguntado al ministerio y no ha recibido ninguna respuesta.

Transportes culpa del cierre a la empresa Abertis, concesionaria de la AP-6, ya que es esta la que “puede tomar la decisión comercial de levantar los peajes cuando considere, tal y como ha hecho durante los primeros días de la afectación”. Aparentemente, la concesionaria decidió por buena voluntad abrir el paso el jueves, pero han pasado los días y, como no se ha solucionado el desvío, lo han vuelto a cerrar. “La concesionaria es la responsable de la explotación, gestión, conservación y mantenimiento de la infraestructura”, se excusan en el ministerio. Abertis, por su lado, argumenta que el socavón “se trata de una incidencia en una vía externa a la concesión” y que no han recibido “ninguna instrucción de gratuidad por parte de la administración concedente [el Ministerio de Transportes], que es el titular de la vía”. Por esta razón, aseguran que deben seguir cobrando el peaje, “atendiendo en todo caso a criterios operativos y de seguridad vial”.

Las alternativas disponibles hasta el momento son escasas y poco eficientes. El ministerio recomienda, en primer lugar, el paso por la AP-6 y si no, “atravesar el municipio de El Espinar incluyendo el núcleo de San Rafael”. El único problema, además de los atascos que implicaría que 15.000 vehículos se adentren en las calles de un pueblo, es que, como reconoce el propio ministerio, “el municipio está dificultando el paso de los vehículos ligeros, cortando calles y restringiendo el acceso a no residentes”. Transportes ha enviado una carta al alcalde de El Espinar, Javier Figueredo (PP), a la que ha tenido acceso este diario, en la que traslada el “estupor e indignación” que les provoca la prohibición de paso por parte del Consistorio.

“Tras la rotura de un colector de su titularidad, que estamos reparando desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, hemos tenido que abordar importantes problemas de circulación en el entorno de la nacional”, destacan en la misiva. “La policía municipal de su localidad, según la información de la que disponemos, está impidiendo el tráfico por la localidad, a la vez que se ha iniciado una campaña con información poco veraz a través de sus redes sociales acerca de la autopista de peaje AP-6″, se lee a continuación. Según Transportes, si las restricciones del Consistorio persisten, valoran “la posibilidad de emprender las acciones legales, incluidas las penales, que sean precisas para garantizar la movilidad que se ha restringido indebidamente”. Este diario ha intentado contactar con el Ayuntamiento, pero no ha recibido respuesta.

La plataforma Solución a la Travesía de San Rafael ―que no ha surgido a raíz del socavón, sino por las constantes quejas vecinales por el paso de la N-6 por el pueblo― pide “calma y control” a los conductores que llegan al peaje y llama a “no perder las formas” a la hora de demandar “su derecho” a acceder a esta vía de forma gratuita. Según esta asociación, el argumento que deben emplear los conductores al llegar al peaje es que la Subdelegación del Gobierno en Segovia ha dicho que la empresa concesionaria tiene el “deber de dar circulación sin coste a través AP-6″, pero la Subdelegación niega rotundamente haber dado esta información. Una portavoz de esa entidad informa a este diario que se les está “confundiendo”, ya que ellos se supeditan a las decisiones del Ministerio de Transportes y reafirma que es Abertis la que tiene la potestad para abrir el paso.

Frente a este dilema, a los conductores no les queda más remedio que enfilar hacia el peaje o buscar alternativas más o menos complicadas. Carlos Barea, un vecino afectado, dice que hay quien decide esquivar San Rafael y su socavón yendo por Navacerrada, que supondría subir hasta Segovia para luego bajar e incorporarse a la A-6 por Guadarrama, pero este camino para él es casi impensable porque retrasa el viaje más de una hora. “Pasar por un núcleo urbano como el de San Rafael ha traído muchos accidentes y muchas muertes. Es un sinsentido”, dice Barea. “La AP-6 debería ser gratis de una vez, aunque al final no será gratis, sino que la pagaremos con nuestros impuestos”.